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Los blancos de guarda y el talento joven ponen el broche de oro a la última jornada de Madrid Fusión The Wine Edition 2025
Los blancos de guarda son una de las grandes tendencias globales del vino. Esta tipología de vinos ha sido el hilo conductor de la primera ponencia de este miércoles en Madrid Fusión The Wine Edition 2025.
¿Qué hace que un vino de guarda blanco sea grande? ¿Es la variedad, el terruño, las manos del enólogo, el envejecimiento en barrica? Sarah Jane Evans MW analizó estos temas y algunos más, en una cata excepcional que contó con la presencia de tres de los productores más destacados de España: Rafael Palacios (Rafael Palacios), Pedro Ruiz (Ossian) y María Vargas (Marqués de Murrieta y Pazo Barrantes), líderes en imagen internacional de vinos blancos de guarda.
“Este vino tiene un alma especial, nace muy cerca del Atlántico y en un paraíso de hongos debido al clima y la pluviometría, donde la viticultura es un reto, pero el albariño es nuestra salvaguarda por su capacidad de adaptación”, explicaba María Vargas durante la cata de La Comtesse 2019, el gran vino de guarda de Pazo Barrantes. “Nuestro objetivo es buscar el máximo equilibrio para que el vino tenga capacidades de crecimiento en botella a lo largo del tiempo. En el Valle del Salnés podemos tener las cuatro estaciones en un día, pero todas esas dificultades dan lugar a un vino frágil pero robusto, con una acidez y una finura extrema que a pesar de la crianza no pierde su carácter varietal”.
“Los vinos son como las personas, tienen que tener claro su objetivo, quiénes son y a dónde quieren llegar”, defendía Vargas. “Es más difícil hacer un buen vino blanco que un buen vino tinto, para hacer un tinto tienes una estructura y una fuerza que te respalda cualquier decisión, pero las variedades blancas son más descaradas, se quejan por todo y son difíciles de trabajar”.
“Hubo un momento en que hacer un blanco era un problema para las bodegas por falta de tecnología, era difícil asegurar el origen varietal y personal de la viña”, señalaba Rafael Palacios. “Hoy hay una nueva era en los blancos españoles más allá del Marco de Jerez, se están dando grandes pasos hacia la calidad de esta categoría de vinos para competir en el mercado internacional”. Su godello, Sorte O Soro, elaborado en el Val do Bibei (Valdeorras), refleja la unión perfecta de terruño, altitud y clima para conseguir la codiciada dualidad entre madurez y frescura. Un vino con marcado carácter salino y una mineralidad sápida y horizontal, cuya crianza en barrica termina de definir un vino con clase mundial. Uno de los mejores blancos de la era moderna, según Luis Gutiérrez (The Wine Advocate).
Premio Juli Soler al futuro del vino
Mientras Madrid Fusión Alimentos de España desvela cada año la nueva hornada de cocineros revelación, The Wine Edition Wines from Spain hace lo propio con los nuevos profesionales del vino.
En esta quinta edición, y de nuevo de la mano de la Spanish Wine Academy de Ramón Bilbao como patrocinador oficial y con el apoyo presencial de Rita Soler, este miércoles se ha otorgado el V Premio Juli Soler al Talento y el Futuro del Vino a jóvenes con proyección en los diferentes campos del sector.
Este año, los cinco jóvenes talentos reconocidos con este título han sido: Rocío Yagüe (33), sumiller en Hotel Brach (Madrid), Fernando Moret (25), director de sumillería y sala en restaurante Ambivium (Valladolid), Juan Príncipe (28), enólogo en Bodega César Príncipe (Valladolid), Ismael Mena (25), sumiller en restaurante Barro (Ávila), y Adrián Ferrón (28), sumiller en restaurante Lera (Zamora).
Tras la entrega de galardones tuvo lugar una cata de vinos elegidos por los jóvenes premiados, en la que quedó representada la tendencia del consumo hacia los vinos blancos. “Los jóvenes no solo confirmamos esa realidad, sino que somos prescriptores de ese nuevo consumo, se buscan más blancos con estructura que resistan comidas fuertes; como sumilleres, esta clase de vinos nos da juego para desarrollar maridajes, y como consumidores nos permiten ir más allá”, defendió Rocío Yagüe.
“Es difícil acostumbrar al consumidor a salir de la falsa creencia de que los vinos jóvenes son más baratos o que los tintos siempre han de ser más caros”, comentaba Sara Bañuelos, enóloga de Bodegas Ramón Bilbao en Rueda. “Hay que acercar a la gente joven al mundo del vino, involucrarles en su consumo porque si no estamos perdidos”.
El enólogo Juan Príncipe aprovechó para defender que el vino es para pasárselo bien: “Antes lo importante era que estuviera bueno y ahora es que sea entretenido; nuestra generación está unida y tiramos todos de todos para dibujar el futuro mundo del vino, podemos hacer lo que queramos y eso es muy divertido”.
Durante su intervención, Adrián Ferrón, sumiller de Lera, hizo un alegato al consumo de vino por parte de los jóvenes: “Si queremos que la gente beba vino como bebe cerveza, que en las barras y las terrazas se beba vino, tenemos que quitarle hierro al asunto, beber como lo hacía mi abuelo”, sentenciaba.
Maridajes con sake y un cierre de cine
El último Vinomio del año tuvo lugar este miércoles de la mano del chef Hugo Muñoz, al frente de la cocina de Ugo Chan*. En esta ocasión, el objeto de estudio no fue el vino sino el sake, en un maridaje que contó con la experiencia de Marco Broccani, sumiller del restaurante, y Pablo Alomar, experto en la bebida de arroz japonesa y responsable de Salvioni & Alomar.
Vino y sake, en sus diferentes expresiones, convivieron en perfecta armonía a lo largo de diferentes maridajes, poniendo de manifiesto las posibilidades gastronómicas de una y otra bebida para armonizar la cocina asiática. “Mientras el mundo del vino trata de adaptarse a los nuevos tiempos buscando frescura y ligereza, la gente del sake también se está acercando a esa acidez que este productor no tenía tradicionalmente”, comentó Alomar, desmontando el mito de la elevada sensación alcohólica que suele acompañar a la bebida japonesa.
Una ostra con layu, ponzu y ralladura de lima, acompañada del vino Eleison de Guillem Pastrana; un tartar de toro tributo a Robuchón, maridado con Domanie des Tours Clairette 2029; y en el caso de los sakes, Dewazakura Dewa Sansan para una crema de alcachofa Guy Savoy; y Tedorigawa Yoshida Yamahai Kijoshu 2018 con una gyoza de callos, fueron los maridajes estelares de este atrevido Vinomio.
Durante la tarde del miércoles, la quinta edición de Madrid Fusión The Wine Edition llegaba a su fin con los actores de la popular serie “Machos Alfa” como broche de oro. Fele Martínez y Raúl Tejón protagonizaron el encuentro “Vinos Alfa”, una divertida charla que vinculó el mundo del vino con las artes escénicas a través de una cata de vinos en la que estuvieron presentes Mandolás (Hungría) y Macán (La Rioja) de Vega Sicilia, Marqués de Vargas Gran Reserva 2016 y Conde San Cristóbal Reserva Especial 2019.
El fin de fiesta estuvo dirigido por Pilar Cavero, sumiller y crítica de vinos del diario ABC, quien condujo con mucha simpatía una distendida conversación en torno al vino y a las series televisivas con los dos actores que, recientemente, presentan la cuarta temporada de su aclamado título emitido en Netflix.
“Yo tengo el vino asociado a la reunión, a estar con gente, pero comparto la afición y suelo buscar cosas nuevas, aunque mi personaje en la serie sólo beba cerveza”, decía Raúl Tejón. “Para mí el vino tiene su liturgia y suelo abrir botellas en casa porque disfruto mucho de una copa de vino cocinando, y como a Raúl también me gusta descubrir los vinos típicos del lugar donde esté en ese momento”, añadía Fele Martínez.
Sobre la importancia de los puntos o reconocimientos a la hora de elegir un vino, los actores se mostraron unánimes: “Como en el cine o el teatro, el espectador o el consumidor en el caso del vino, tiene la ultima opinión: él es quien termina el proceso creativo y completa el sentido de la creación, y esa opinión siempre es subjetiva”, concluía Tejón.