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El lujo sencillo de Andreas Caminada
El chef sueco ha aprovechado el tema de este año, Donde todo comienza, para repasar lo aprendido en sus veinte años como cocinero
Desde el pequeño pueblo suizo de Fürstenau, Andreas Caminada trabaja la hospitalidad en su restaurante Schloss Schauenstein, un tres estrellas en el que realiza una cocina “que mira alrededor, buscando un buen equilibrio con nuestro entorno”. La cocina de Schloss Schauenstein se nutre no solo de los productores de la región sino también de “un huerto propio donde se cultivan más de 700 variedades de verduras, hierbas y frutas”, explicaba el chef.
Productos que en su mayoría son productos humildes porque, asegura Caminada, “con ingredientes sencillos podemos llegar al lujo. No necesitamos el caviar o la trufa para ello. De hecho, lo más interesante es partir de productos normales y llevarlos a un nivel superior”, una manera de hacer que además “honra a nuestros agricultores y empuja la creatividad”, sentencia el suizo.
“Nuestro laboratorio es nuestro huerto”, ha afirmado categórico Andreas Caminada quien ha ilustrado con cuatro platos cómo él y su equipo trabajan el sabor de los productos para potenciarlo y hacerlo protagonista de sus platos. Un trabajo al que Caminada lleva 20 años dedicado y con el que ha conseguido hacer realidad su sueño, dedicarse a la gastronomía y tener su propio restaurante.
En este sentido, el suizo no ha querido abandonar el escenario de Madrid Fusión Alimentos de España sin dejar de alentar a los jóvenes cocineros a perseguir sus sueños. Les aconsejaba “ir despacio, creciendo solo cuando puedas hacerlo”. Para ayudar a estas nuevas generaciones y también “para retornar al sector todo lo que me ha dado”, Caminada y su mujer han creado la Fundación Uccelin, una organización sin ánimo de lucro que fomenta el talento de jóvenes chefs y jefes de sala y les permite aprender en importantes restaurantes de todo el mundo becados durante cinco meses y medio.